Economía circular en comunidades rurales del Perú: modelos innovadores de gestión de residuos y reutilización local

La economía circular representa una transformación fundamental en cómo comunidades rurales del Perú pueden generar ingresos, mejorar seguridad alimentaria, y conservar recursos naturales sin depender exclusivamente de modelos extractivos o agricultura de subsistencia. A diferencia de economía lineal tradicional (extraer-producir-descartar), economía circular reconoce que residuos son recursos potenciales: pseudotallos de plátano se convierten en biofibra para moda sostenible, hojas de caña de azúcar se transforman en biomasa para energía, estiércol animal se convierte en biofertilizante, y materiales reciclables generan ingresos para asociaciones de recicladores formalizadas. En contexto peruano donde 7.9 millones de habitantes en zonas rurales enfrentan pobreza multidimensional, economía circular ofrece oportunidad concreta de inclusión económica combinada con sostenibilidad ambiental. Este documento sintetiza modelos innovadores implementados, desafíos críticos enfrentados, y recomendaciones para escalamiento hasta 2030.

Contexto: Generación de Residuos, Capacidad de Reciclaje, y Brecha de Implementación

Magnitud del problema de residuos en Perú

Perú genera 8.7 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos, de los cuales 78% puede ser reciclado, pero menos del 2% se aprovecha efectivamente. Esta brecha de 76 puntos porcentuales es el indicador más elocuente del fracaso de gestión actual. En zonas rurales, contaminación es aún más grave: depósitos informales de residuos proliferan, quemas de desechos generan contaminación atmosférica, y disposición de residuos orgánicos es caótica (enterramientos, pudición a intemperie, descarga en ríos).

Residuos orgánicos representan 53-57% del total en contextos urbanos y rurales, con potencial de transformación en compost de calidad. Estudios en provincia de Leoncio Prado (Perú) demuestran que compost producido de residuos urbanos controlados (bajo bioseguridad adecuada) es libre de metales pesados y microorganismos patógenos, pudiendo ser utilizado como sustrato o enmienda para suelos agrícolas degradados.

Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2030 del Perú

El Decreto Supremo 003-2025-MINAM aprobó la Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2030, representando compromiso gubernamental transversal coordinado por Ministerio del Ambiente y refrendado por 9 ministerios adicionales. Impacto proyectado es significativo: incremento de 2% en PBI (S/ 14,000 millones), generación de 306,000+ empleos, y reducción de 75.3 millones de toneladas en consumo de materiales. Documento establece cinco ejes estratégicos: (1) eficiencia en uso de recursos en cadena, (2) modelos de negocios circulares sostenibles con identidad local, (3) principios circulares desde siembra hasta distribución, (4) innovación, tecnología y financiamiento, (5) promoción de cultura circular con participación de productores, organizaciones, academia y ciudadanía.​​

Aunque Hoja de Ruta incluye sector agrario expresamente, traducción de visión nacional a implementación en territorios rurales dependerá de factores críticos: financiamiento municipal, capacitación técnica, acceso a mercados, y resolución de barreras de asociatividad y confianza entre actores locales.​

Modelos Innovadores Implementados: Casos de Éxito y Aprendizajes

1. Sierra Productiva: Modelo de Desarrollo Rural Integral con Tecnologías Circulares

Sierra Productiva es programa de desarrollo rural más emblemático del Perú, operando desde 1994 con cobertura de 45,000+ familias en 133 distritos de 12 regiones. Surgido de Federación Departamental de Campesinos del Cusco (FDCC) y gestionado por Instituto para una Alternativa Agraria (IAA), combina 18 tecnologías adaptadas a contexto andino para mejorar productividad agrícola, seguridad alimentaria, e ingresos de pequeños productores.

Modelo es fundamentalmente circular: promueve riego tecnificado (conservación de agua), biohuertos en parcelas con residuos domésticos aprovechados como inputs, granjas de crianza animal cuyo estiércol se recicla como biofertilizante, micro reservorios para cosecha de agua, sistemas de tratamiento de aguas residuales domésticas para riego, e instalación de energía solar para reducir dependencia de energía comercial. Enfoque de enseñanza es campesino a campesino, donde productores capacitados se convierten en multiplicadores en sus propias comunidades, generando adopción sostenida sin dependencia de extensionistas externos.

Resultados documentados: beneficiarios de Sierra Productiva experimentan incrementos en ingresos anuales de USD 300-600 por familia, mejora en seguridad alimentaria (diversificación de dieta), y reducción en presión sobre bosques locales por recolección de leña (reemplazada por cocinas mejoradas con biogás o energía solar). Limitación crítica: modelo requiere inversión inicial sustancial (USD 3,000-5,000 por familia para construcción de infraestructuras), limitando escalabilidad en comunidades con extrema pobreza.

2. Economía Circular en Sector Agrario: Transformación de Residuos en Ingresos

Biofibra de Pseudotallo de Plátano (Comunidades Awajún, Amazonía Peruana)

Proyecto implementado por CODESPA en colaboración con Asociación de Productores Agroecológicos del Bajo Marañón (APAEBAM) transforma residuos agrícolas en oportunidad económica. Pseudotallos de plátano—históricamente quemados o abandonados en campos—son procesados para extraer biofibra mediante técnicas simples pero efectivas. Fibra se hila en hilos vendibles a empresas de moda sostenible internacional, generando ingresos estables para mujeres awajún que anteriormente dependían de agricultura de subsistencia.

Impacto económico documentado: ingresos mensuales de USD 150-250 para familias participantes, comparado con ausencia de ingresos en contexto anterior. Impacto ambiental: reducción de quemas que degradan calidad del aire amazónico, conservación de residuo agrícola que mejora estructura de suelo. Impacto social: empoderamiento de mujeres indígenas que adquieren habilidades técnicas y gestión empresarial, permitiendo autonomía económica en contextos históricos de marginación.

Testimonio de Jaime Suntag de APAEBAM sintetiza transformación: “Primero cosechábamos los plátanos y luego recogíamos los pseudotallos. Antes los desechábamos en el campo o los tirábamos a los ríos, pero ahora los procesamos para extraer la biofibra. Esta fibra se convierte en hilos que podemos vender. No solo estamos generando ingresos, sino también cuidando el medioambiente.”

Biomasa de Hojas de Caña de Azúcar para Energía Renovable (Colombia, replicable en Perú)

Proyecto CODESPA en Colombia transforma hojas de caña de azúcar—residuo agrícola históricamente quemado—en biomasa para generación de energía en relación con empresa Incauca. Familias campesinas capacitadas en procesamiento y manejo de biomasa se convierten en gestoras de cadena de valor energética, generando ingresos estables. Asociación Hoja de Caña agrupa productores que venden biomasa a precio justo, reduciendo vulnerabilidad económica.

Testimonio de Albert Cantillo: “Mi familia es mi motivación para trabajar día a día. Trabajar en Hoja de Caña e Incauca ha sido muy importante para mí. Gracias a esta oportunidad he logrado muchas cosas y he visto un cambio muy satisfactorio en nuestro grupo. Esta oportunidad nos ha permitido mejorar nuestras vidas en una región con pocas opciones.”

Compostaje en Zonas Rurales: De Residuo a Fertilizante Valorizado

Estudios de viabilidad técnica en distritos de Perú (Pueblo Nuevo, provincia de Chiclayo) demuestran que plantas de compostaje comunitarias son económicamente sostenibles. Residuos orgánicos urbanos y rurales (53-57% del total) procesados mediante compostaje anaerobiocal generan compost de calidad comercializable como fertilizante orgánico a agricultores locales.

Proyecto piloto en Pueblo Nuevo identificó demanda local: familias rurales y urbanas aceptarían plant de compostaje por (1) reducción de contaminación localizada, (2) disponibilidad de compost a precio inferior a fertilizantes químicos importados. Análisis económico-financiero determinó viabilidad: VAN positivo, TIR superior a 12% anual, ratio beneficio-costo de 1.3-1.5. Manejo técnico requiere capacitación en ratios C/N, aireación, control de patógenos, pero es viable en contexto rural con recursos limitados.

Limitación crítica: sostenibilidad depende de acceso a mercado. Si compost no es comercializado, proyecto deviene carga logística sin valor económico. Éxito requiere enlaces entre productores de compost rural y agricultores de zonas periurbanas que demandetensivamente fertilizantes.

3. Reciclaje Formalizado: De Marginalidad a Inclusión Económica

Asociaciones de Recicladores: Evolución de Informalidad a Formalización

Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos (D.L. 1278) de Perú reconoce recicladores como actores clave en cadena de valor circular, estableciendo paradigma nuevo: residuos son materia prima para industrias secundarias, no simplemente basura. Ministerio del Ambiente impulsa formalización de asociaciones de recicladores mediante dos mecanismos: (1) reconocimiento legal y apoyo técnico, (2) otorgamiento de ruta de recolección selectiva con exclusividad municipal.

Ejemplo concreto: Asociación de Recicladores Chusís de Sechura (Piura), beneficiaria de Programa de Recuperación de Áreas Degradadas por Residuos Sólidos del Minam. Con inversión de S/ 199,118, fue equipada con indumentaria, equipos de protección personal (EPP), y motofurgones para recolección selectiva. Resultado: operación en 27 rutas de recolección, recuperando papel, vidrio, plástico, metales con venta a intermediarios de reciclaje. Éxito permitió que asociación ganara acceso a PROCOMPITE (Programa de Compensaciones para la Competitividad) para financiamiento de plan de negocio “Mejoramiento del Manejo de Residuos Sólidos en Espacios Turísticos”.

Beneficios para recicladores: ingresos mensuales de S/ 800-1,200 (comparado con ingresos informales previos de S/ 300-500), acceso a seguridad social, reconocimiento social, y equipamiento que mejora productividad. Actualmente 450 recicladores organizados en 46 asociaciones participan en Programa Minam, demostrando viabilidad de escalamiento.

Limitación: formalización es necesaria pero insuficiente. Recicladores dependen de precios internacionales de materias primas secundarias (papel, plástico, metales), que fluctúan significativamente. Crisis de precios de reciclables (2020-2021) durante pandemia dejó muchas asociaciones en crisis financiera a pesar de tener acceso a mercado.

4. EcoRenova: Reutilización de Residuos Mineros en Contexto Comunitario Rural

Proyecto EcoRenova en operaciones mineras del sur peruano propone modelo donde residuos no peligrosos de minería (madera industrial, fajas transportadoras) son reutilizados en talleres comunitarios para fabricar productos funcionales (mobiliario escolar, herramientas agrícolas, cercos ganaderos, estructuras de sombra). Objetivo es triple: (1) reducir costos de disposición de residuos para minería, (2) transformar residuos en bienes útiles para comunidades, (3) generar empleo local mediante talleres.

Piloto en comunidad Santa Rosa Alta estima transformación de 60+ toneladas anuales de residuos en productos de utilidad directa. Ventajas: bajo costo de logística (residuos generados in-situ), relevancia comunitaria (productos fabricados responden a necesidades locales reales), potencial de sostenibilidad (economía circular no depende de subsidios indefinidos sino de demanda local).

Desafío de implementación: requiere inversión inicial en taller comunitario, capacitación técnica en carpintería/metalurgia, y mecanismos de gobernanza para asegurar beneficios sean compartidos equitativamente entre comunidades y operadora minera.

Tecnologías Clave Aplicables en Contexto Rural

Compostaje a Escala Familiar y Comunitaria

FAO ha desarrollado Manual de Compostaje del Agricultor que proporciona técnicas simples para transformación de residuos agrícolas en compost de calidad sin necesidad de infraestructura cara. Procesos aeróbicos mediante apilamientos con volteo regular permiten descomposición controlada de biomasa en 6-8 semanas. Requisitos técnicos mínimos: espacio físico, acceso a residuos orgánicos, agua, y conocimiento de ratios carbono/nitrógeno. Producto final es fertilizante orgánico de valor comercial (USD 15-25 por tonelada en Perú) o de uso interno en predios.

Tecnologías de Biogás para Energía Doméstica

Biodigestores (fermentación anaeróbica de estiércol) producen biogás utilizable en cocinas para reemplazar leña o combustible fósil. Tecnología es simplificada en regiones andinas mediante sistemas de bajo costo (USD 800-1,500) que utilizan tanques plásticos o de concreto. Sierra Productiva ha promovido 5,000+ biodigestores en zona de influencia, generando ahorros en combustible y reducción de deforestación. Limitación: producción de biogás es estacional (menor en épocas secas) y requiere mantenimiento técnico que no siempre está disponible.

Reciclaje de Plásticos a Escala Local

Iniciativas como PachApp en Ica utilizan aplicación móvil para optimizar recolección de plásticos por recicladores, generando datos sobre volúmenes y tipos de residuos para mejora continua. Aunque iniciativa es urbana, modelo es replicable en zonas rurales conectadas a internet. Ventaja: transparencia en cadena de reciclaje, trazabilidad de materiales, y capacidad de vincular recicladores rurales con demanda de materiales secundarios en zonas urbanas.

Desafíos Críticos para Escalamiento de Economía Circular en Zonas Rurales

1. Pobreza, Acceso a Mercados, y Rentabilidad Insuficiente

Economía circular rural solo es viable económicamente si productos finales encuentran mercado. En contexto de pobreza extrema donde 7.9 millones de rurales ganan menos de USD 1.90/día, barreras de entrada a mercados formales son prohibitivas: (1) certificaciones de calidad requieren inversión de USD 3,000-5,000, (2) transporte hacia mercados urbanos consume 30-40% de ingresos brutos, (3) volúmenes de producción de micro-emprendimientos son insuficientes para negociar precios en mercados mayoristas competitivos.

Solución requiere: (1) creación de asociaciones que agreguen producción de múltiples micro-productores, (2) acceso a información de mercados en tiempo real, (3) facilitación de vínculos entre productores rurales y demandantes urbanos, (4) apoyo estatal mediante compras públicas de productos de economía circular (compost, biofibra, etc.) para asegurar demanda inicial.

2. Brecha de Asociatividad y Confianza Comunitaria

Fracaso histórico de cooperativas agrícolas en Perú ha erosionado confianza en procesos asociativos. Productores rurales frecuentemente prefieren trabajar individualmente—aún a costa de menor eficiencia y ingresos—antes que arriesgar su patrimonio en iniciativas colectivas donde existió mala gestión previa. Superar brecha requiere (1) procesos de capacitación en gestión cooperativa que incluyan transparencia financiera, (2) marcos legales que protejan derechos de asociados en caso de mal manejo, (3) facilitadores externos (ONG, gobiernos locales) que monitoreen gobernanza inicial.

3. Capacitación Técnica Insuficiente e Inadaptada a Contextos Locales

Tecnologías de economía circular frecuentemente son diseñadas en contextos urbanos o países desarrollados, sin considerar realidades rurales: disponibilidad de materiales locales, acceso a electricidad, conectividad, y alfabetización técnica. Adaptación requiere: (1) investigación local sobre qué residuos están disponibles, (2) co-diseño con productores de tecnologías funcionales, (3) capacitación que respete y revalide conocimiento ancestral (agricultores andinos tienen milenios de experiencia en reutilización de recursos).

Sierra Productiva ha enfatizado que adecuación de tecnologías a condiciones particulares de cada zona requiere tiempo de implementación mayor que típicamente es asignado en proyectos (proyecto PEMCP requería 18 meses pero resultados mejores fueron con doble de tiempo).

4. Financiamiento Limitado para Iniciativas de Economía Circular

Inversión en infraestructura circular (plantas de compostaje, talleres de reutilización, sistemas de acopio) requiere capital inicial que comunidades rurales no poseen. Acceso a crédito es limitado: solo 6.1% de unidades agrícolas en México accedieron a crédito en 2022, y Perú presenta patrón similar. Productos microfinancieros son diseñados para créditos cortos (1-3 años) pero economía circular requiere retorno de inversión a 5-10 años.

Innovaciones recientes: Proyecto Andes Resilientes y ministerios de ambiente en Ecuador están desarrollando productos microfinancieros adaptados a agricultura sostenible que consideran calendarios agrícolas, riesgos climáticos, e impactos no económicos. Modelo integra cooperativas de ahorro y crédito como intermediarias locales. Replicación en Perú requeriría adaptación pero marco existe.

5. Inequidad de Género: Exclusión de Mujeres en Toma de Decisiones

Aunque 40% de micro y pequeñas empresas peruanas son lideradas por mujeres, participación femenina en gobernanza de asociaciones productivas y comunitarias es menor. Proyectos de economía circular con enfoque de género—como iniciativa “Mujeres Futuro Circular” apoyada por UE—están demostrando que inclusión de mujeres en toma de decisiones mejora resultados: diversificación de productos, atención a necesidades de género (p. ej., reducción de carga de trabajo doméstico mediante tecnologías ahorradoras de tiempo), y utilización de ingresos para bienestar familiar.

Propuestas de Acción para Fortalecer Economía Circular Rural hasta 2030

1. Financiamiento Específico para Infraestructura de Economía Circular en Zonas Rurales

Gobiernos y bancos de desarrollo debe crear línea de crédito especializada para emprendimientos de economía circular rural, con características adaptadas: (1) plazos de hasta 10 años para amortización, (2) períodos de gracia de 2-3 años, (3) tasas preferenciales respecto a mercado, (4) requisitos de garantía flexibles (no requieren activos formales), (5) vinculación con asistencia técnica para viabilidad de negocios.

Modelo regional: Cooperación Suiza en Perú, Ecuador y Colombia promueve financiamiento climático para agricultura sostenible mediante asociaciones con cooperativas locales de ahorro y crédito. Escalamiento de este modelo a economía circular específicamente tendría alto impacto.

Gobiernos debe asimismo establecer presupuestos municipales dedicados (mínimo 2-3% del presupuesto de ambiente) para proyectos de economía circular comunitaria, no dependiendo exclusivamente de financiamiento externo que es volátil.

2. Compras Públicas de Productos de Economía Circular Rural

Estado debe comprometerse a compras institucionales de compost, biofertilizantes, biofibras, y otros productos de economía circular producidos por comunidades rurales. Ejemplos de demanda pública: (1) compost para reforestación municipal, (2) mobiliario de madera reciclada para escuelas rurales, (3) productos de biofibra para instituciones educativas.

Presupuesto inicial puede ser modesto (USD 500,000-1 millón anuales) pero generaría demanda predecible que permitiría a productores rurales planificar producción a escala. Políticas de compras públicas sociales en Chile y Colombia demuestran viabilidad de modelo.

3. Fortalecimiento de Asociaciones Productoras mediante Capacitación en Gestión

Gobiernos locales y ONG debe financiar programas de capacitación en gestión empresarial, contabilidad, marketing, y gobernanza específicamente dirigidos a asociaciones de productores rurales de economía circular. Capacitación debe ser participativa, reconociendo conocimiento comunitario previo, utilizando metodología campesino a campesino que ha probado efectividad en Sierra Productiva.

Programa debe incluir: (1) diagnóstico participativo de capacidades y brechas locales, (2) capacitación adaptada a realidades locales, (3) seguimiento técnico y acompañamiento durante implementación (mínimo 18 meses), (4) sistematización de aprendizajes para replicación.

4. Investigación Participativa sobre Residuos Locales y Oportunidades de Circularidad

Universidades rurales y institutos de investigación agrícola (como INIA) debe conducir investigaciones participativas sobre composición de residuos en territorios específicos, viabilidad técnica de transformación, y oportunidades de mercado. Investigación debe resultar en prototipos técnicos validados localmente, no solamente publicaciones académicas.

Financiamiento: fondos de investigación públicos (Concytec) deben asignar recursos específicos para investigación aplicada en economía circular rural.

5. Políticas de Inclusión de Mujeres en Iniciativas de Economía Circular

Gobiernos debe adoptar políticas explícitas de paridad de género en todos los proyectos de economía circular rural financiados con fondos públicos. Requisitos mínimos: (1) participación de mujeres en gobernanza de asociaciones (mínimo 40%), (2) análisis de carga de trabajo de género en diseño de tecnologías (evitando que tecnologías repliquen desigualdades existentes), (3) acceso diferenciado a capacitación técnica considerando brechas de alfabetización.

Iniciativa UE de “Mujeres Futuro Circular” ofrece modelo replicable: visibilización de emprendedoras exitosas, acceso a financiamiento especializado, y creación de redes de aprendizaje entre emprendedoras.

6. Regulación y Formalización de Cadena de Valor Circular

Ministerio del Ambiente debe desarrollar estándares de calidad para productos de economía circular (compost, biofibras, biofertilizantes) que permitan comercialización formal. Estándares deben ser técnicamente rigurosos pero económicamente alcanzables para micro-productores rurales.

Ley de Gestión de Residuos ya establece marco pero implementación es incompleta. Requiere: (1) desarrollo de normas técnicas por sectores, (2) sistemas de certificación accesibles a pequeños productores (no solo grandes empresas), (3) fiscalización para evitar estándares siendo solo “de papel”.

7. Creación de Hub de Economía Circular Rural a Nivel Regional

Gobiernos regionales debe establecer centros de innovación territorial que funcionen como: (1) centros de demostración de tecnologías, (2) espacios de capacitación técnica, (3) puntos de acopio y comercialización de productos, (4) espacios de articulación entre actores (productores, gobiernos, mercado, investigación).

Modelo: Hub de Economía Circular operado mediante alianza público-privada con gobiernos, universidades, y ONG, ubicado estratégicamente para servir múltiples distritos rurales.

8. Legislación sobre Responsabilidad Extendida del Productor (REP)

Mientras Perú ha adoptado prohibición de plásticos de un solo uso, no ha implementado Responsabilidad Extendida del Productor (REP)—mecanismo donde fabricantes son responsables por gestión de fin de vida de productos. REP generaría flujos de residuos predecibles hacia economía circular. Empresas fabricantes tienen incentivos para diseñar productos reutilizables/reciclables si deben asumir costo de gestión al final de vida.

Legislación debe diferenciar entre productores grandes (con capacidad de cumplimiento) y micro-productores rurales (mediante excepciones o facilitaciones).

9. Fortalecimiento de Mercados Locales de Economía Circular

Gobiernos locales debe promover tiendas comunitarias o plataformas de comercio electrónico simple (mediante WhatsApp o plataformas básicas accesibles) donde productores de economía circular rural pueden vender directamente a consumidores urbanos, reduciendo intermediación. Modelo de e-commerce rural se ha expandido en Perú (especialmente post-COVID) y puede ser adaptado para productos circulares.

10. Seguimiento y Evaluación con Perspectiva Sistémica

Gobiernos debe establecer sistema de indicadores de economía circular rural que vaya más allá de métricas simples (toneladas de residuos procesados) para incluir: (1) ingresos generados en comunidades, (2) empleo creado (desagregado por género), (3) seguridad alimentaria de beneficiarios, (4) conservación de recursos naturales locales, (5) gobernanza comunitaria (nivel de participación y satisfacción).

Evaluación debe ser independiente y participativa, con resultados retroalimentando a gobiernos para ajustes de política.

La economía circular en comunidades rurales del Perú no es abstracción teórica sino realidad tangible con modelos funcionando a escala piloto que demuestran viabilidad: Sierra Productiva con 45,000+ familias beneficiadas, biofibra de plátano generando ingresos para mujeres awajún, asociaciones de recicladores formalizadas operando rutas de recolección, plantas de compostaje con proyecciones de rentabilidad positiva.

Estos modelos comparten características clave de éxito: (1) anclaje en residuos y recursos realmente disponibles localmente (no importados), (2) inclusión de comunidades en diseño y gobernanza desde inicio (no imposición de soluciones externas), (3) conexión a mercados donde productos circulares tienen valor, (4) capacitación que respeta conocimiento comunitario e integra innovación tecnológica.

Sin embargo, escalamiento masivo de economía circular rural enfrenta desafíos sistémicos críticos: pobreza extrema reduce capacidad de inversión inicial, informalidad del sector reduce acceso a financiamiento, fragmentación de asociaciones limita poder de mercado, falta de capacitación técnica apropiada, y brechas de género perpetúan exclusión de mujeres. Estos desafíos no son superables mediante iniciativas puntuales de ONG o proyectos con financiamiento de corto plazo—requieren transformación de política pública sostenida, compromiso fiscal genuino de gobiernos, y cambio en estructuras de gobernanza que históricamente han marginalizado zonas rurales.

Hoja de Ruta Nacional de Economía Circular al 2030 proporciona marco estratégico necesario. Traducción de visión en realidad dependerá de si gobiernos genuinamente priorizan inversión en capacidades rurales, mecanismos de financiamiento adaptados, y gestión ambiental territorial que beneficie comunidades vulnerables. Si se implementan recomendaciones propuestas, para 2030 economía circular podría ser motor de inclusión económica en zonas rurales, generando ingresos dignos para productores rurales mientras se conservan recursos naturales que comunidades dependen para supervivencia.

Si no se implementan, riesgo es que economía circular deviene nuevo mecanismo de extractivismo: grandes empresas capturan valor de residuos urbanos mediante plantas de reciclaje industrializadas, mientras comunidades rurales permanecen excluidas, sin acceso a financiamiento, capacitación, o mercados para sus propios emprendimientos circulares. La ventana para construir economía circular inclusiva es ahora; espera generará perpetuación de inequidad.